La doctora Zahava Scherz descubrió a los catorce años la fotografía de una adolescente muy parecida a ella. Quedó sorprendida al saber que Rutka Laskier formaba parte de la primera familia de su padre, aquella que pereció en el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Zahava tuvo que esperar 28 años para visitar Bedzin, la localidad polaca donde acaecen los hechos, abrir este cuaderno de notas y reconstruir la historia de su valerosa hermana.
Un documento estremecedor El diario refleja la terrible realidad del gueto, la opresión, las privaciones, la explotación, el miedo, las redadas, y lo hace desde una perspectiva fresca y vívida, la de una adolescente con una intensa actividad social que descubre el amor y la sensualidad en medio del horror. Por eso, su crónica es un carrusel de emociones; unas veces poético y otras atroz, pero ni una sola vez le pierde la cara a la vida, ni a pesar de saber que el destino final eran los campos de exterminio nazis. Rutka acordó con Stanislawa Sapinska, su mejor amiga no judía, un escondrijo para este cuaderno de notas, deseaba que éste no se perdiera, quería dejar…Un testimonio para la esperanza
Este diario ejemplifica la capacidad del ser humano para mirar cara a cara a la atrocidad sin perder la dignidad ni la esperanza de un futuro mejor. La humanidad avanza gracias a que por cada déspota surgen miles de héroes anónimos, dispuestos a aportar vida donde otros siembran muerte, héroes como Rutka.